Lima, 19 de agosto de 2019.- La Veeduría Forestal Comunitaria es una iniciativa que nace desde los pueblos indígenas, una instancia técnica al interior de la estructura orgánica de las comunidades y/u organizaciones indígenas, encargada de brindar asistencia y soporte técnico en cuanto a la gestión territorial, gobernanza, relaciones comerciales, monitoreo y vigilancia de los bosques y territorios comunales en diversos espacios de interacción con entidades públicas, privadas y con organizaciones de la sociedad civil.
Esta iniciativa comenzó casi hace 10 años en la región Ucayali, se extendió en varias bases regionales de AIDESEP como parte del sistema nacional de Veedurías Comunitarias, asimismo se conformó una Veeduría Forestal Nacional encargada de brindar soporte técnico a su organización nacional AIDESEP en temas de gestión de bosques, apoyo en procesos importantes como la construcción de la política, marco legal forestal y de fauna silvestre, ha tenido y viene teniendo un rol fundamental en el diseño e implementación de proyectos con las organizaciones y las comunidades indígenas vinculadas al saneamiento y gestión territorial, iniciativas de monitoreo tecnológico de las presiones y amenazas de los bosques, entre otros.
Asimismo, el proyecto Amazonía 2.0 está permitiendo escalar a otros países de la región Amazónica como Ecuador, Colombia, Brasil, Guyana y Surinam, adecuados a cada realidad en algunos casos en actividades referidas al monitoreo y conservación de la biodiversidad, en otros a la gobernanza territorial, al monitoreo de la gobernanza forestal, así como al cumplimiento de títulos habilitantes; convirtiéndose en un mecanismo de salvaguardar el patrimonio natural de los pueblos indígenas y sus derechos.
En el caso del Perú, no sólo se ha logrado incorporar en la política el tema de Veedurías indígenas como un elemento fundamental para la gestión forestal del país, sino también en el marco legal forestal se da la posibilidad de la conformación y reconocimiento de comités de vigilancia y control forestal de las comunidades u otras similares que cumplan las funciones, en este caso las Veedurías forestales comunitarias.
Para que ello ocurra se exige una cantidad de requisitos referidos a regulaciones comunitarias, organización, protocolos de intervención, capacitaciones por la autoridad competente, etc. Es así que, en la provincia de Atalaya en un primer esfuerzo, 9 comunidades indígenas lograron calificar por parte de la autoridad forestal regional para ser reconocidos las Veedurías Forestales Comunitarias para cumplir las funciones que indica la ley para los Comités de vigilancia y control comunal, así como la acreditación como custodios forestales.
Así pues, el pasado 09 de agosto en la provincia de Atalaya, se realizó la entrega de las resoluciones de reconocimiento y credenciales a los representantes de las comunidades, veedores y custodios forestales, en un evento público que se dio en el seno de la mesa forestal de Atalaya, todo ello con la orientación y facilitación del proyecto Amazonía 2.0, iniciativa liderada por UICN-Sur y que es ejecutado en Perú por Eco Redd y es financiado por la Unión Europa. Este proyecto se implementa en coordinación con AIDESEP, la CORPIAA de Atalaya y FECONAPA. Además de entidades públicas como SERFOR, GOREU, MINAM, entre otras iniciativas como el proyecto implementado por FAO Flegt también financiado con fondos del mismo cooperante.
Un tema a resaltar es que para que este gran hito ocurra, las 9 comunidades tuvieron que ajustar sus estatutos comunales y registrarlos ante la SUNARP donde se crea legalmente las Veedurías como ente técnico del gobierno comunal, se define aspectos fundamentales de derechos, regulaciones comunitarias para el acceso, uso y disfrute de los recursos del bosque comunal; lo que ha conllevado a varias asambleas comunitarias de la mano de sus organizaciones que la representan.
Esto marca un antes y después en los procesos como lo señala el Ing. Braulio Buendía, coordinador regional del proyecto Amazonía 2.0 desde la UICN, que remarca la importancia del proceso en esta década que ha tenido momentos tensos y lamentables como los ocurridos en Bagua el 2,009, pero otros también históricos como la aplicación del proceso de consulta previa al marco legal forestal, que ha permitido tener un reglamento propio para las comunidades indígenas y campesinas del Perú, todo ello remarca un proceso de aprendizaje de parte de las organizaciones indígenas, el estado, las entidades de cooperación y las propias comunidades que son los protagonistas para mejorar la gobernanza forestal comunal.
“El tener ahora reconocidas las Veedurías Comunitarias legalmente por el estado y en sus normas internas de las comunidades, permitirá que las comunidades tengan el aval legal de su intervención como primera instancia en sus territorios para salvaguardar los bienes y servicios de los bosques comunales, podrá intervenir ante prácticas ilegales en sus territorios sin el temor a ser denunciados en el marco de la ley, podrá solicitar y recibir el apoyo de la fuerza pública, podrá argumentar mejor los elementos probatorios. Ello también permitirá a que las comunidades mejoren su gobernanza, transparentar sus procesos, la aplicación de medidas auto regulatorias, evitar futuras multas por infracción a la legislación forestal, mejorar sus relaciones comerciales con agentes del mercado, poder suscribir mejores convenios, tener una representación más calificada ante espacios que son convocados” afirmó, Buendía.
Adicional a ello, el proyecto Amazonía 2.0 ha dotado a las comunidades y sus organizaciones de mobiliarios y materiales de oficina, materiales de campo, equipamiento básico para sus salidas en campo, equipos de GPS, a sus organizaciones equipos informáticos, impresoras. Por su parte las comunidades han habilitado oficinas de la Veeduría en sus comunidades donde se exhibe los documentos técnicos, legales respectos a la gestión comunal de sus bosques. Ahora cualquier entidad o actor que quiera visitar dichas comunidades encontrará oficinas comunales implementadas con los registros documentarios, entre ellos copia de los reportes de monitoreo del bosques y gobernanza forestal, el proyecto también reconoce el esfuerzo comunal con incentivos económicos mensuales a los veedores.
Se espera, que las demás entidades del estado, iniciativas de programas, proyectos contribuyan para consolidar este esfuerzo de las comunidades, sus organizaciones y aliados estratégicos, sumar para mejorar la gobernanza forestal de los bosques, en los siguientes meses más comunidades también serán reconocidas, se espera que se masifique esta iniciativa en las demás regiones amazónicas del país.